En su afán de mejorar la calidad y características de las uvas autóctonas los responsables de Bodega y Viñedos Solotero, no han dudado en apostar y recuperar la variedad Albarín, cuyo potencial como referente de blanco apenas se discute ya, y hacer una gama diferente en la producción para sacar el mayor provecho a la diversidad  y mejorar los resultados en la clásica Pietro Picudo de la zona.

Las obras tendrán varias fases con el objetivo de llegar a las 60.000 botellas anuales entre tintos, rosados y blancos, aunque esperan que en esta campaña ya puedan elaborar vinos de la bodega que ostenta una larga tradición familiar de viticultores leoneses.

Solotero, ayudará a aumentar los más de dos millones de botellas comercializadas de los vinos producidos en la meseta sur de León, bajo el amparo de su denominación de origen, dirigido a un mercado local y a la exportación, pero sobretodo, en una decidida apuesta por las uvas locales para que tengan el reconocimiento que alguna vez les negaron.